Inauguración de la Biblioteca de la Domus Galilaeae 31-3-2005

S. Juan Pablo II

Korazín, 31 de marzo de 2005

La biblioteca ha sido inaugurada el 31 de marzo de 2005 con la presencia de más de 50 obispos, provenientes de varias partes del mundo. Entre ellos: 11 Cardenales, el Patriarca Su Beatitud Michel Sabbah, 3 patriarcas de la Iglesia Oriental, el Nuncio Apostólico monseñor Pietro Sambi, el custodio de Tierra Santa, muchos rabinos, los representantes de las Congregaciones y de las Universidades, los rectores de los 56 seminarios “Redemptoris Mater” e itinerantes del Camino Neocatecumenal. Todos estaban presentes para realzar el importante papel de la Domus Galilaeae, como “puente” entre el Judaísmo y el Cristianismo, que el Santo Padre ha atribuido a esta “domus” con una carta enviada para la ocasión. A la entrada de la biblioteca se encuentra una gran semiesfera de cristal, con un cielo estrellado que está sobre la bóveda. En el interior está situado un Rollo de la Torá completa, escrita hace trescientos años.

La Torá se encuentra en el centro de la biblioteca, que forma parte del complejo de la Domus Galilaeae. Kiko Argüello, que es el autor del proyecto Domus Galilaeae y de la Biblioteca, ha pronunciado algunas palabras para explicar la estructura arquitectónica. «La esfera es el símbolo del universo y expresa la idea central de la tradición hebrea y cristiana que se encuentra en el libro de los Proverbios 8, 29-30: “Cuando (Dios) asentaba los cimientos de la tierra, yo (la Sabiduría) estaba allí como arquitecto”. La Biblioteca estará especializada en el Sermón de la Montaña para ofrecer a los obispos, a los presbíteros y seminaristas la posibilidad de profundizar en el estudio y la meditación de este texto». En las siguientes páginas reproducimos la carta que Juan Pablo II ha querido enviar para la ocasión. Ha sido uno de los últimos actos oficiales de su pontificado.

«Queridísimos hermanos y hermanas:
1. Con alegría he sabido que el próximo 31 de marzo se inaugurará la biblioteca de la “Domus Galilaeae”, que está en el Monte de las Bienaventuranzas. A la conclusión de la convivencia, en la cual participan numerosos Cardenales, obispos y sacerdotes provenientes de distintas partes del mundo, junto con los rectores de los seminarios pertenecientes al Camino Neocatecumenal, se desarrollará dicho significativo acontecimiento. A él muy a gusto, me uno idealmente también yo, dirigiendo mi más cordial saludo a los organizadores y a todos los presentes. En particular saludo a los Ordinarios Católicos en Tierra Santa, con su cabeza el Patriarca Latino, las autoridades religiosas y políticas del mundo hebreo que intervienen en dicho acontecimiento, los representantes de las congregaciones religiosas y de las comunidades parroquiales de la región.

La “Domus Galilaeae” se enriquece con una nueva importante estructura, la Biblioteca, que precisamente en su centro hospeda el Libro de la Torá con el fin de simbolizar también arquitectónicamente la centralidad de la Palabra de Dios. Que esta casa, realizada por los responsables del Camino Neocatecumenal, pueda favorecer con oportunas iniciativas una profunda formación religiosa y un prolífico diálogo entre el Hebraísmo e Iglesia Católica.

2.«Lámpara es tu palabra para mis pasos» (Sal 18,29). Así canta el salmista y así serán invitados a rezar todos aquellos que usarán los múltiples servicios que ofrecerá la Biblioteca ahora inaugurada. El Universo ha sido construido según un maravilloso proyecto inspirado por la sabiduría de Dios. El evangelio de Juan empieza afirmando que “en el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios y la Palabra era Dios” (Jn 1,1). La Palabra, Sabiduría eterna de Dios, se ha hecho carne, ha puesto su tienda entre nosotros y con su muerte y resurrección nos ha redimido. Contemplamos con alegría, en estos días santos de la Pascua, este misterio fundamental de nuestra fe. Cristo, primogénito de toda la creación, culmen de la Torá, ha resucitado y ahora vive y camina con nosotros, continuando a iluminarnos con su Palabra de salvación.

¡Qué profundas son sus enseñanzas! ¡Qué actual es siempre el Sermón de la Montaña inscrito en el Universo! La belleza de Cristo que encuentra su coronación en las Bienaventuranzas, la belleza de Cristo que brilla en la Iglesia, su cuerpo místico, se manifiestan de un modo eminente en el amor que une a los creyentes: éste es el mensaje que la estructura arquitectónica del edificio de la “Domus Galilaeae” pretende comunicar a sus huéspedes y peregrinos. Deseo de corazón que todos aquellos que tengan ocasión de residir en ella o visitarla puedan crecer en el conocimiento y en el amor de Cristo, Sabiduría en la que está puesto el principio de todo.

3. ¡Queridísimos hermanos y hermanas! Mientras con mi pensamiento me uno a vosotros, revivo en mi ánimo los momentos inolvidables de la visita que el Señor me hizo realizar en Tierra Santa, durante el gran Jubileo del año 2000. Justamente en estos días se cumple el aniversario de ello. En Korazín, sobre el Monte de las Bienaventuranzas, no lejos de la “Domus Galilaeae”, tuve la ocasión de encontrar a los jóvenes y de celebrar para ellos la Santa Misa. A ellos les quise señalar como regla de vida los Diez Mandamientos y las Bienaventuranzas, y los invité a una total fidelidad a Cristo. Esta misma invitación os la hago a todos vosotros en ese mismo lugar donde continúan resonando las inmortales palabras del Redentor. En vuestra existencia cotidiana traducidla en obras concretas y sed en toda circunstancia humildes y valientes testigos del Evangelio.

La Virgen María, Estrella de la Evangelización, sea vuestro modelo y guía.
Os aseguro un recuerdo especial en la oración, mientras que con afecto os bendigo a vosotros y a todos vuestros seres queridos».

Del Vaticano, 24 de marzo de 2005, Jueves Santo

Joannes Paulus PP II