Unas 10.000 plazas de 135 países volverán a ser el escenario de la “Gran Misión” que el Camino Neocatecumenal realizará por séptimo año consecutivo a partir de este próximo domingo.

Hace apenas unos días, después del Domingo de Resurrección, el Papa Francisco recordaba que cada cristiano está llamado a encontrarse con Jesucristo resucitado “y a convertirnos en sus anunciadores y testigos”. Por eso, acogiendo una vez más las palabras del Santo Padre, las comunidades neocatecumenales ofrecerán diversas catequesis para ayudar a las personas a tener un encuentro con Jesucristo a través de la escucha de la Buena Noticia: el Kerigma.

La “Gran Misión” consta de 5 encuentros en los que se dará respuesta a preguntas como “¿Quién es Dios para ti?”, “¿Has experimentado en tu vida que Dios existe?”, “¿Para qué vives?”, “¿Qué es la Iglesia?” o “¿Quieres ser ayudado y vivir en una comunidad cristiana?”.

Además de la catequesis, como es habitual, se cantarán los salmos de la liturgia del día y se hará la ya tan conocida danza que caracteriza a las comunidades del Camino.

El primer día, a través del testimonio de alguien, se dará respuesta a “¿Quién es Dios”, “¿Por qué crees en Dios”, o ¿de qué modo has experimentado en tú vida que Dios existe?”.

El segundo domingo, el encuentro girará en torno a la pregunta “¿Quién eres tú y para qué vives?”.

Durante el tercer encuentro se anunciará el Kerigma, la respuesta de Dios a la situación existencial de pecado y de muerte y centro de la evangelización y de esta “Gran Misión” en las plazas.

El penúltimo domingo la protagonista será una llamada a la conversión con la posibilidad del Sacramento de la Reconciliación, con confesiones individuales.

El quinto encuentro tratará de forma más concreta sobre la Iglesia y la comunidad cristiana.

La “Gran Misión” en las plazas nació como respuesta a la invitación del Papa Francisco de una “Iglesia en salida” que salga “a las periferias”, clave a lo largo de todo su Pontificado.

Fruto de esta evangelización en las calles han sido muchas las conversiones y cambios de vida que se han dado en las personas.

En su reciente Exhortación Apostólica postsinodal sobre los jóvenes “Cristo Vive”, el Pontífice confiesa que “nada hay más sólido, más profundo, más seguro, más denso y más sabio que ese anuncio. Toda formación cristiana es ante todo la profundización del kerigma que se va haciendo carne cada vez más y mejor”.

Por otro lado, el Papa escribe que el Señor “nos invita a ir sin miedo con el anuncio misionero, allí donde nos encontremos y con quien estemos, en el barrio, en el estudio, en el deporte, en las salidas con los amigos, en el voluntariado o en el trabajo, siempre es bueno y oportuno compartir la alegría del Evangelio”.

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