El sufrimiento de los inocentes y El Mesías, 19 de octubre de 2025

La Orquesta y Coro Sinfónico del Camino Neocatecumenal se presentó en Córdoba, en el marco imponente de la Mezquita-Catedral, ante un templo abarrotado de fieles y con la presencia de varios prelados. Asistieron, entre ellos, su Obispo titular, monseñor Jesús Fernández, monseñor Demetrio Fernández, obispo emérito de la misma diócesis y monseñor José Luis del Palacio, obispo emérito de la diócesis del Callao (Perú).

Interpretaron por primera vez en España, las obras sinfónicas completas de Kiko Argüello: la sinfonía titulada “El sufrimiento de los inocentes” y el poema sinfónico “El Mesías”. Antes de cada interpretación, el autor, Kiko Argüello, presentó cada una de sus obras. Destacó en su intervención, que este concierto era también un tiempo de oración por los inocentes; fue D. Jesús el Obispo de Córdoba, el encargado de realizarla antes de que la música comenzara a sonar.

Este evento tuvo lugar en una ocasión tan especial como la conmemoración del 1100 aniversario del martirio de San Pelayo, o Pelagio, como es conocido en la capital cordobesa.

Acudieron unos 5000 hermanos del Camino Neocatecumenal procedentes de toda Andalucía, unos 2.500 en el interior del templo y otros tantos que pudieron vivir el evento a través de grandes pantallas colocadas en el Patio de los Naranjos por el Cabildo Catedralicio, muchos miles más, lo hicieron a través de la transmisión por el canal de YouTube que la propia Catedral puso a disposición.

@mezquita-catedraldecordoba

La Orquesta Sinfónica y Coro del Camino Neocatecumenal, fundada por Kiko Argüello en el año 2010 y compuesta por más de 200 músicos de diferentes nacionalidades, contó en esta ocasión con 160 intérpretes entre instrumentistas y coristas, y realizó una interpretación magistral y vibrante, resultando emocionante y sobrecogedora en muchos momentos. Fue dirigida con maestría por Tomáš Hanus, uno de los mejores directores del panorama musical actual, habiendo dirigido a las más prestigiosas orquestas del mundo, es actualmente el principal director invitado de la Orquesta Sinfónica islandesa. Hanus es, además, padre de ocho hijos y forma parte del Camino Neocatecumenal.

Desde el año 2010, la orquesta ha actuado en teatros de todo el mundo. Tras su debut en la Sala Nervi ante el Papa Benedicto XVI, la Orquesta y Coro del Camino Neocatecumenal ha actuado en Jerusalén, París, Madrid, Nueva York, Boston, Cracovia, Tokio, Budapest, Berlín, por citar solo algunos de los lugares más importantes. La interpretación de 2013 en el antiguo campo de concentración de Auschwitz, en memoria de las víctimas del nazismo, fue especialmente conmovedora y emotiva. Después han seguido Trieste, Roma y Córdoba; próximamente Oviedo se sumará a la lista de ciudades que han tenido el placer de escuchar estas piezas sinfónicas compuestas con el espíritu de los antiguos oratorios.

En estas obras, no se busca la emoción estética en sí misma o una grandilocuencia artística. Su compositor, del mismo modo que usa su obra pictórica, convierte la música en un instrumento de especial belleza para acercar al hombre contemporáneo y secularizado la Buena Nueva del Evangelio, en un lenguaje comprensible que, con las palabras justas, emociona y embriaga desde el primer compás.

Los músicos consiguen de forma magistral que la audiencia participe de esa oración desgarradora e intensa que brota a cada nota. Es una orquesta que reza y nos invita a acompañar a Cristo y a su Bendita Madre en estas últimas horas de dolor bienaventurado y redentor, arrastrándonos hacia Él de un modo bello y misterioso; nos invita a dejarnos lavar y purificar por su sacrificio. Y cuando la emoción y la tristeza parecen consumirnos, el último movimiento de “la sinfonía de los inocentes”, el Resurrexit, transforma las dulces lágrimas en un torrente de vida que conecta el dolor con la alegría de la resurrección que brota para siempre del costado de Cristo. Él ha vencido la muerte; está vivo y resucitado por y para nosotros.

A la interpretación de la Sinfonía de los inocentes le siguió una segunda pieza, un poema sinfónico para piano, coro y orquesta, titulado El Mesías. Esta es la respuesta al escándalo del sufrimiento y que Kiko Argüello, su compositor, ha querido dedicar a todos los mártires que hoy en día actualizan en el mundo la imagen de Cristo, Cordero degollado que ofrece su vida para la salvación del mundo. Lo logra a través de tres movimientos: el primero dedicado al sacrificio de Isaac, el segundo nos presenta a Cristo en la Vía Dolorosa camino del Calvario, y en el tercero se contempla la majestad de Dios que salva ofreciendo su sangre.

Por eso, con motivo del 1100 aniversario jubilar de San Pelagio, y en su honor y en el de tantos santos mártires que, pudiendo haber escogido otros medios humanamente más seductores y racionalmente más eficaces, decidieron unirse al sacrificio redentor de Cristo. Ellos nos recuerdan que esta fue la vía escogida por Dios para salvar al mundo: que la sangre de los mártires, su sufrimiento, como todos nuestros sufrimientos unidos a los de Cristo, son el germen de la Vida Eterna que fecunda y ennoblece cada generación, haciendo presente la pasión y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.

Por todo esto, ha querido el compositor de la obra e iniciador del Camino Neocatecumenal, Kiko Argüello, que en esta ciudad de Córdoba, de cuyo ancestral esplendor es imagen su Santa Iglesia Catedral, se escucharan estas notas que no solo evocan la Pasión de Cristo, sino también la de sus innumerables mártires a orillas del Guadalquivir, un río que ha devuelto a sus orillas los cuerpos y ha bebido la sangre de cientos de mártires: primero los de las persecuciones de Decio y Diocleciano, después los innumerables mártires mozárabes y, ya en época más reciente, los de la persecución violenta transcurrida entre los años 1936-1939.

Todo ello en su honor y para mayor Gloria del Todopoderoso.

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