Barbastro y sus Mártires

Durante la Guerra Civil española, la Iglesia católica sufrió una gran persecución, 10.000 personas fueron asesinadas por su fe. Barbastro, a pesar de su reducido tamaño, fue la diócesis con más mártires de toda España, el 88% del clero.

“España ha dado cursillos de Cristiandad, el Opus Dei, el Camino Neocatecumenal y todo lo que quieras, ¿sabéis por qué? , porque ha habitado una guerra civil española donde han matado a más de 6.000 curas, torturado, mártires: no ha habido una sola apostasía. Las raíces del Camino Neocatecumenal están bañadas en sangre de muchos mártires de España.”

Kiko Argüello

Carmen Hernández

“La niñez de Carmen estuvo marcada por el acontecimiento de la Guerra Civil Española (1936-1939), vivida entre Tudela y Ólvega. Fue un momento verdaderamente difícil y dramático para toda España. Aquel fue un tiempo de gran carestía y, en buena parte del país, de cruenta persecución religiosa para los católicos. Por suerte para la familia Hernández, la provincia de Soria y las zonas colindantes de Navarra y Aragón quedaron pronto en la retaguardia de la llamada “zona nacional”, donde no hubo persecución religiosa; aunque en el comienzo de esta contienda, muy cerca de esta comarca hubo una brutal persecución, principalmente en la diócesis de Barbastro, en Huesca (Aragón), donde en el verano de 1936 fueron masacrados numerosos religiosos, incluidos los jóvenes seminaristas claretianos que allí había, sus formadores y el propio obispo, martirizados a manos de columnas anarquistas y comunistas venidas desde Cataluña.”

A. Cayuela, Carmen Hernández: notas biográficas, Madrid
Biblioteca de Autores Cristianos,  2021 (p. 37-38)

Los Mártires Claretianos y su museo

Entre el 12 y el 15 de agosto de 1936, 51 Misioneros Claretianos fueron asesinados por no renegar de su fe.  Murieron perdonando a quienes les mataban. Treinta de ellos tenían entre 21 y 23 años. Fueron detenidos, sufrieron vejaciones, no les procuraron agua ni comida. Les sostenía la comunión diaria y la oración. El Museo Mártires Claretianos de Barbastro recuerda a estos religiosos. En él se pueden venerar sus restos.

Y contemplar sus objetos personales, cartas, testamento, etc., para descubrir el mensaje de fe, esperanza y perdón que transmiten sus escritos.

Campo del martirio

En el camino al lugar llamado campo del martirio nadie pudo hacerlos callar. Iban hacia la muerte cantando el himno claretiano: “Por ti mi Rey la sangre dar“.

Algunas de sus palabras antes de morir: Viva Cristo Rey”, “Ánimo hermanos, que sufrimos por Cristo”, “Os perdonamos con toda nuestra alma” , “Hasta el Cielo”.

Beato Florentino Asensio Barroso.

Otro mártir de la Diócesis fue le Beato Florentino Asensio Barroso, obispo de Barbastro, detenido, torturado y asesinado el 9 de agosto de 1936. Sus palabras a los asesinos: Me lleváis a la gloria. Yo os perdono. En el cielo rogaré por vosotros.

Los Mártires del Monasterio de Nuestra Señora del Pueyo

Cerca de Barbastro, en un montecillo, «La Reina de los Cielos» se apareció a un pastorcillo, una capilla debía construirse allí. La Guerra también llegó al Monasterio de El Pueyo. A pesar de poder huir, 18 monjes benedictinos decidieron quedarse. Todos fueron asesinados entre el 9 y el 28 de agosto de 1936. En el camión que les llevaba a la muerte gritaban: Viva Cristo Rey”, “Viva la Virgen del Pilar.

El testimonio de los Mártires sigue vivo, ¡ven y sé testigo!

El 25 de octubre de 1992, 51 Misioneros  Claretianos fueron beatificados por san Juan Pablo II. Su festividad se celebra el 13 de agosto. El Papa les dedicó ese día estas palabras: “Todos los testimonios recibidos nos permiten afirmar que estos Claretianos murieron por ser discípulos de Cristo, por no querer renegar de su fe y de sus votos religiosos. Por eso, con su sangre derramada nos animan a todos a vivir y morir por la Palabra de Dios que hemos sido llamados a anunciar”.


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